Hace poco leía una analogía de los chakras, que me gusto mucho porque me ayudó a comprender mejor esa palabra que últimamente está muy de moda y que no todas las personas la entienden del todo, los comparaba con un conjunto de lagunas.
La aproximación decía más o menos así: Imaginemos que la energía de la vida es un río que durante su recorrido atraviesa siete pequeños estanques hasta llegar al mar, éstos serían los siete chakras principales. Si alguno no está limpio, el agua se estancará y no podrá continuar su camino, el agua en dicho estanque se desbordará causando daños por exceso de agua y que los otros estanques se sequen, o colapsen, ya que el flujo se verá interrumpido, se quedaran sin agua y sin vida, el río no generara energía y el agua no llegará al mar.
Ante este problemática lo que se propone es limpiar el estanque obstruido, para que el agua pueda fluir por todos los estanques y todos tengan vida y energía para vivir con plenitud y armonía.
Pues eso mismo pasa cuando las emociones o pensamientos bloquean los Chakras principales, que se localizan a lo largo de la columna vertebral y hasta la coronilla, ya que estos puntos reciben, regulan y distribuyen la energía vital que fluye por nuestro cuerpo.
Así que desbloquear y equilibrar los Chakras principales es muy importante, sí, pero hoy quiero hablarles de otros puntos energéticos que no son tan conocidos y sin embargo son muy importantes, principalmente porque muchas de nuestras afecciones físicas no las sentimos en los Chakras principales, sino en estos puntos.
A este conjunto de puntos energéticos se les conoce como Chakras secundarios o menores e influyen enormemente en el buen funcionamiento de los primeros. También son sitios de conjunción de energía o de cruce de los nadis[1], que llevan la energía del prana, energía de distintas frecuencias y vibraciones, para nutrir todos los órganos y todos los sistemas. Los Chakras secundarios, son zonas de gran condensación de energía y están conectados entre ellos y los podemos sentir a 6 cm de la piel.
Es importante también darles “mantenimiento” a estos Chakras secundarios porque los bloqueos energéticos o nudos de energía negativa, o su vibración en frecuencias inapropiadas, se trasladan a la dimensión física en forma de enfermedades.
1 y 2: Chakras podales o de los pies
Se localizan en la planta de cada pie. Son los chakras base, los que nos mantienen “con los pies en la tierra”.
Si sobrecargamos nuestros chakras más mentales, nuestros pies estarán fríos y sin energía.
Su color es el negro y toda la gama de grises.
Ayudan a devolver la seguridad en sí mismas a las personas, a pisar con firmeza y saber lo que se quiere.
Se relacionan con la forma en que nos movemos por la vida.
3 y 4: Chakras de las rodillas
Se ubican en la región poplítea (corvas o zona posterior de las rodillas).
Las rodillas son puntos de drenaje de toxinas, tanto físicas como de las que se producen en el procesamiento de cargas psíquicas.
Cargan con el peso físico y con todas las cosas que no toleramos.
Los chakras de pies y rodillas forman una estructura de soporte energético que nos conecta con la tierra.
5 y 6: Gónadas
(Testículos y ovarios) Estos dos centros se encuentran en los testículos o en los ovarios, y se relacionan con la producción de hormonas (testosterona o estrógenos y progesterona, dependiendo del sexo de la persona).
También se relacionan con la relación que tuvimos de niños con el padre (relación ubicada en el lado izquierdo) y con la madre (ubicada en el ovario o testículo derecho).
7: Chakra hepático
Se localiza en la parte derecha del tronco. Buscamos la parte final, el reborde costal derecho, subimos tres cm., y ahí localizamos la entrada a este chakra.
Este chakra se bloquea debido a la mala alimentación, sobrecargas en el plexo solar, ira, resentimiento, sentimientos reprimidos….
Este chakra resuena con el color amarillo citrino, a medio camino entre el amarillo limón del plexo solar y el verde del chakra corazón.
8: Chakra subesternal
Se encuentra en el centro, bajo el esternón, por debajo del apéndice xifoides.
Este lugar que ocupa este chakra secundario es muy importante ya que cuando no está en armonía y equilibrio puede darse una distensión o una contracción de la red de canales energéticos.
Si se contrae, la red se cierra y deja de haber intercambio energético.
Si se distiende, la red se vuelve inestable, corre el peligro de romperse, y entonces se producen fugas energéticas.
Los síntomas de la fuga de energía son angustia, sensación de vacío, sensación de no poder tomar todo el aire necesario.
Este vacío, que se tiende a intentar llenar con comida, bebidas alcohólicas, etcétera, no se puede llenar de esa manera.
Su color es el verde esmeralda y es un punto reflejo del corazón.
9: Entre los omóplatos
Este chakra se ubica a la altura de la 5ª vértebra dorsal, entre los omóplatos, y se conoce como el “Punto de la angustia”.
Esta se produce por pérdidas afectivas, en que la angustia afecta al corazón, afecta el ritmo cardiaco, y la circulación de la energía emocional.
El corazón es un “cerebro” que procesa nuestras emociones. Cuando nuestras emociones se alteran, nuestro corazón también se ve alterado.
Este chakra entre los omoplatos es otro punto reflejo del corazón.
Su color es el amarillo.
10 y 11: Chakra del bazo (anterior y posterior)
Ubicados en el lado izquierdo del cuerpo, uno por la parte anterior y otro por la parte posterior.
Este chakra secundario recibe la energía del prana y la transforma para repartirla por los primeros cinco chakras mayores.
Estos dos chakras menores, junto con los dos anteriores, forman un circuito de circulación de energía, que se activa con pensamientos de gratitud.
12: Chakra del timo
Es el chakra del amor universal, de la paz y la compasión.
El desarrollo del sistema inmunitario y del timo participa en el despertar de este chakra, lo que hace que se vuelva más fuerte.
Así como los dos chakras del bazo alimentan los cinco primeros chakras mayores, el chakra del Timo es la puerta de entrada a la cabeza.
Vibra con el color azul turquesa.
13 y 14: Chakras de los senos/de los pulmones
Estos dos chakras secundarios comparten ubicación física con los chakras secundarios de los pulmones.
Representan el órgano de la respiración, del aliento de la vida, y se relacionan con la voluntad de vivir y con nuestras formas de vida: Respiramos como vivimos.
Los chakras de los senos representan el amor maduro, el amor que se da.
La depresión es un síntoma de estos centros desarmonizados.
15 y 16: Chakras de las manos
Se localizan en el centro de las palmas de las manos, se asocian al color blanco o transparente, ya que son los conductores de la energía Reiki.
Estos dos chakras se relacionan con la creatividad, la autoexpresión y cómo nos conectamos con el mundo.
Transmiten la energía curativa y reciben información del universo.Son canales de información y de energía, como antenas que proyectan luz, inteligencia y amor.
Se utilizan para enviar energía curativa, limpiar habitaciones, limpiar y/o escasear el aura, cargar energéticamente cristales y objetos, bendecir, proteger y agradecer.
17 y 18: Chakras de las articulaciones temporo-mandibulares
Estos dos chakras secundarios se localizan en la articulación de la mandíbula, una a cada lado.
Representan la articulación de los procesos automáticos con el instinto, la libertad y el libre albedrío.
La ira reprimida, la insatisfacción, el sentimiento de injusticia, los remordimientos, todo esto va a causar desequilibrios en estos dos chakras secundarios.
Un síntoma muy claro de que algo no anda bien en estos chakras es el bruxismo.
19 y 20: Chakras de los ojos
Situados en los ojos, estos chakras se corresponden con la voluntad (izquierdo) y con el amor (derecho).
Son como antenas receptoras y emisoras de energía.
21: Chakra Altar Mayor
Es el más desconocido de todos.
Se sitúa en la región occipital, y es un centro de conciencia.
Desarrollamos este chakra cuando nuestros actos son puros y la vida es sagrada.
Las terapias de sanación espiritual, como el Reiki, lo que hacen es mantener abiertos los chakras y hacerlos vibrar en la frecuencia que los corresponde para que la energía fluya libremente a través de ellos. Aparto equilibrio, armonía y bienestar.
Así que como siempre, dejo abierta la invitación para que pruebes una terapia de desbloqueo de todo tu sistema energético ¡Haz una cita! ¡Notarás la diferencia!
[1] Los Nadis son por donde fluye la energía del cuerpo sutil, la energía de la fuerza de vida, conocida como Prana. Están directamente asociados al sistema nervioso, y derivan y se interconectan con los chakras.
Hola, muchas gracias por la info, super valiosa.
Abrazo
Un gusto que te haya servido.
Abrazo
Muy interesante, muchas gracias!! Un abrazo
Qué gusto que te haya parecido interesante. Abrazos